Cuando pensé en este proyecto, quiero decir, cuando imaginé que era una buena idea cruzar (y contar) Berlín a nado a través de su sistema público de natatorios, supuse que podía suplir mi falta de experiencia en el arte narrativo si junto con los textos de mis piletas alemanas sumaba además algunas imágenes de estos ecosistemas urbanos que vuelven única a esta ciudad. Pero el plan falló desde el principio porque no sabía que en estas piletas no están permitidas las fotos para resguardar la privacidad de las personas que las utilizan. [...] No iba a dejar que una regla desde todo punto de vista anticuada me arruinara el plan de retratar estos edificios ya que en ellos estaban cifradas, al mismo tiempo, mi falta de comprensión y mi fascinación por la ciudad. Así que en cada una de las visitas a las piletas tuve que sacar fotos sin ser descubierto. Al arte de nadar le sumé el del disimulo.
El arte de tapa es de Eline Brontsema | Sitio web
[Este libro, compuesto por imágenes y un breve texto del autor, es complementario de Mis piletas alemanas]




