A la luz opaca de los tiempos, las artes parecen buscar su imagen en el espejo algo trizado de lo contemporáneo. La literatura, como desoyendo el llamado de la especie, anuncia su fin y al mismo tiempo reclama un estatuto que quizás tenga desde siempre. Los ensayos de Nascimento y Giordano reunidos en este libro se inscriben en el cruce paradojal donde los debates acerca de la autonomía del arte, el campo expandido y la inespecifidad de la literatura, por mencionar algunos, confluyen en un horizonte plano. Con ánimo polémico, uno y otro descentran la discusión para cuestionar algunas ideas que asumen un consenso demasiado apresurado y se escabullen de la trama densa donde, entre otros, el riesgo de la lectura ideológica puede convertir la discusión crítica en una enumeración estereotipos y a quienes la ejecutan, en simples publicistas de la actualidad.